domingo, 25 de junio de 2017

LOS PRESIDENTES ECUATORIANOS Y LAS ISLAS GALÁPAGOS (3a Y ÚLTIMA PARTE)


DR. CAMILO PONCE ENRÍQUEZ

CREACIÓN DEL PARQUE NACIONAL GALÁPAGOS

Y llegamos al momento mas trascendental de la historia de las Islas Galápagos. Durante la presidencia del Dr. Camilo Ponce Enríquez el gobierno ecuatoriano por fin tomo la mejor decisión, declarando a este hermoso archipiélago como Parque Nacional el 4 de Julio de 1959.

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Camilo Ponce Enríquez

Con esta declaratoria  quedaba oficialmente protegido por las leyes ecuatorianos el 97% del área terrestre y solo habría un 3% para  ser habitado por colonos o migrantes.

A partir de ese momento Galápagos entraría en una nueva etapa, una era que incluía un mayor desarrollo del campo científico, ya que paralelamente en Europa se había creado la fundación Charles Darwin que firmaría un acuerdo con  Cristóbal Bonifaz, embajador del gobierno ecuatoriano en París.
En dicho acuerdo contemplaría la construcción de un centro de investigación conocido hoy por hoy  como la Estación Científica Charles Darwin ubicado actualmente en Puerto Ayora en la Isla Santa Cruz.

Hasta ese momento las expediciones científicas, o los botánicos, geólogos, zoólogos y evolucionistas que pasaban por aquí, solo podían quedarse un tiempo limitado ya que no había la infraestructura ni los medios para trabajar por años en investigación como lo requiere este tipo de ardua labor.

Ya con la estación Darwin a su disposición, varios expertos en diversas ramas de la ciencia tendrían una inigualable oportunidad de llevar a cabo un trabajo de campo más exhaustivo y publicando diversos artículos que nos han sido muy útiles para entender un ecosistema tan interesante como el de las Galápagos.

Pero ese es un tema que valdría la pena tratarlo quizás en algún otro momento con más detenimiento porque amerita un espacio aparte.

Y no solo se abrió el primer y mas conocido Parque Nacional del Ecuador, sino que al mismo tiempo se cerró de forma definitiva la Colonia Penal de la Isla de Isabela;  nunca mas volverían a ser las Islas Galápagos un sitio de exilio de presidiarios. Definitivamente había nacido una nueva era.

Tampoco nunca más habría una nueva pugna por conseguir cesiones territoriales en las Islas, por parte de ningún país o potencia marítima. Vale la pena añadir que en 1978 la UNESCO declararía a Galápagos como “Patrimonio de la Humanidad”.

Al poco tiempo otras provincias del país declararon nuevas aéreas protegidas, creándose así en la década de los 60´s el Parque Nacional Cerro Pandoña (reserva Pululahua) y la Reserva Ecológica Cotacachi Cayapas. En las siguientes décadas aparecerían 11 aéreas  protegidas más.

Pronto también se abriría el turismo de forma oficial, convirtiendo a las Islas en un destino atractivo de interés mundial y una fuente de ingresos para el país. Surgieron varios proyectos de conservación, tales como la erradicación de especies introducidas y dañinas para la ecología insular (tanto plantas como animales) y la reintroducción y protección de fauna local como las tortugas Galápagos, iguanas terrestres, petreles y otros que estaban seriamente amenazados por la extinción.

Aplausos para la gestión del presidente Camilo Ponce Enríquez que tomo una decisión tan importante y decisiva para este importante archipiélago, naciendo así un futuro totalmente distinto a los de años previos, aunque con problemas que se irían presentando a medida que transcurriría el tiempo.

Sin embargo y a pesar de la obra realizada por este mandatario de la nación, es un poco triste decir que ninguna isla, volcán, playa o caleta, puerto, calle, institución sea educativa o gubernamental, o siquiera un busto o monumento, honra la memoria de aquel que con su decisión le cambió la historia para siempre a las Islas Galápagos.


GENERAL GUILLERMO RODRÍGUEZ LARA

SEGUNDA Y DEFINITIVA PROVINCIALIZACIÓN DE GALÁPAGOS

En el año de 1972 ocurrió una vez mas un golpe de estado  en nuestro país. Esta  vez el presidente Velasco Ibarra seria derrocado por un levantamiento militar del cual surgía como la cabeza más visible el general Guillermo Rodríguez Lara (mas conocido o recordado con cariño como “Bombita”) que hasta ese momento era un auténtico desconocido en las lides políticas.

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Guillermo Rodríguez Lara

Y es así que el simpático general se convierte en dictador del Ecuador, justo en medio de la bonanza petrolera y un agitado ambiente político, y duraría en ese cargo hasta 1976 cuando sería reemplazado por otro grupo de militares formando un triunvirato.

Ya situados en el contexto político de la época, es que nace la idea de declarar provincia, por segunda y definitiva vez, a “El Archipiélago de Colon” el 18 de Febrero de 1973 y usando la misma ocasión para matar dos pájaros de un tiro, mediante decreto oficial se le da el nombre “tradicional e histórico de las Islas Galápagos”. Aquí se cierra el capítulo de los nombres.

Entonces nacería la provincia número 20 del país (en ese tiempo porque ahora hay 24), situando su capital en Puerto Baquerizo Moreno en la Isla de San Cristóbal.

Esta sería la obra en lo que a Galápagos se refiere realizada por el gobierno de Rodríguez Lara, una decisión muy trascendental para el futuro de las Islas sin lugar a dudas.

Aquí quisiera hacer un paréntesis como habitante del Archipiélago, ya que deseo dar una vez más una opinión personal que una crítica al respecto de esta decisión gubernamental de los años 70´s.

Creo yo, que en ese momento de la declaratoria se escapo de las manos la oportunidad histórica de decretar al territorio insular cualquier cosa menos provincia; Algún otro tipo de administración territorial hubiera sido lo ideal para un cónclave que esta poblado en medio de un Parque Nacional y en circunstancias geopolíticas  tan especiales.

Quizás sorprenda esta reflexión, pero según mi punto de vista al crearse una provincia se dio paso a crear también el caldo de cultivo tan propicio para la misma “politiquería” del Ecuador Continental, la cual se inyectaría en las venas de la sociedad como un veneno lento, pero a la larga letal para la población Galapagueña.

Candidatos, votaciones, promesas, discursos, masas humanas deseosas de “tal o cual beneficio”, intereses personales y familiares, puestos de privilegios, corrupción, y todo lo que conlleva ser provincia, comenzaron a hacerse cada vez mas y mas notorios con el devenir de los años.

No puedo culpar a Rodríguez Lara, pues creo que nunca lo hizo con una mala intención. Además en la mentalidad de la época era lo normal;  por otro lado en esos tiempos la población de Galápagos era muy baja (si no me equivoco en total en las Islas pobladas habrían máximo 10,000 habitantes).

Quién se iba a imaginar las olas migratorias que vendrían después y los problemas que eso conllevaría y la serie de problemas de toda índole que afectarían al Archipiélago producto de esa migración, como insalubridad, carencia de agua dulce, delincuencia, drogas, pesca ilegal, tráfico de especies, falta de empleo, cuarentenas para posibles especies introducidas en barcos de carga, etc.

Posteriores gobiernos intentaron paliar el problema de tener tantas instituciones o dignidades elegidas mediante voto popular con determinados poderes, creando algún ente gubernamental que pudiera llevar la batuta para planificar en conjunto, naciendo así el INGALA y posteriormente el actual Consejo de Gobierno.

Pero una vez mas, en mi humilde opinión (y la de muchos otros) se perdió la inigualable oportunidad histórica de declarar a las Galápagos como algún otro tipo de región con una “administración territorial” que permita un desarrollo humano y económico completamente diferente.

Igual, nadie puede garantizar qué tan efectivo y positivo hubiese sido en la práctica llevar a cabo “mi fantástica idea” que solo es una opinión, así que como decimos en mi país, soñar no cuesta nada.


INGENIERO LEÓN FEBRES CORDERO

CREACIÓN DE LA RESERVA MARINA DE GALÁPAGOS

Y llegamos a los 80´s, situándonos en una época totalmente diferente en el Ecuador y por supuesto en las Galápagos también.

Justo en esos años la fauna y flora de las Islas sufrió el embate de un terrible fenómeno de “El Niño” causando una alta mortalidad especialmente de los animales marinos como pingüinos, lobos marinos, piqueros patas azules, iguanas marinas. Algunos tuvieron mortalidades de mas del 60%.

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León Febres Cordero

También se fue incrementando el turismo de manera gradual, con compañías ofreciendo barcos más sofisticados y confortables, además de  un aumento de frecuencias de vuelos así como la migración de personas deseosas de nuevos y mejores empleos.

En el año de 1984 llego a la presidencia el dirigente del Partido Social Cristiano y empresario Ing. León Febres Cordero, hombre que durante su larga carrera política fue profundamente admirado y amado por unos a la vez que odiado y satanizado por otros.

Durante su mandato se le atribuye, con alegría de unos y tristeza de otros el haber usado mano dura y erradicado  a un grupo subversivo de izquierda llamado “Alfaro Vive Carajo”, mientras los países vecinos como Perú y Colombia se continuarían desangrando  por las guerrillas y el terrorismo.

Pero volvamos nuestra mirada a la realidad de las Galápagos, y en esta ocasión debemos entender algo importante.

Aunque Galápagos había sido declarado Parque Nacional, y las aguas alrededor del archipiélago eran parte del mar territorial, no había una legislación efectiva que actuara efectivamente en materia de protección  y manejo apropiado de los recursos marinos.

Para darles una idea mas clara, barcos pesqueros tanto de la parte continental (Ecuador específicamente) y de otros países entraban en aguas Galapagueñas haciendo pesca extractiva de todo tipo.

La pesca local ya había tenido una presencia importante en la captura y sobrexplotación de la langosta, y ya comenzaban a correr la misma suerte los pepinos de mar, así como el famoso “aleteo” de tiburón.

Además de eso había vacíos legales respecto al tráfico marítimo, estudios científicos, transporte de combustibles, protección de especies, zonificación costera, defensa naval, y otros temas más que no podían seguir siendo pospuestos.

Y es así que en el año de 1986 se creó la reserva de recursos marinos de Galápagos para estudio e investigación científica y protección, por parte del gobierno de León Febres Cordero, lo cual, sea dicho de paso, fue una decisión de mucha trascendencia.

Aunque la declaratoria se realizo en 1986, debimos esperar  hasta  el año de 1998 cuando se completó y promulgó la ley de régimen especial de Galápagos, mas conocida como la “LOREG” y así la reserva marina de Galápagos (siglas RMG) paso a ser parte del área protegida, con un área total de 133.000 Km2.

En la actualidad tanto el área terrestre como la marina están debidamente protegidas y legisladas bajo un plan de manejo estructurado.

Posteriormente en el año 2001 la UNESCO declaró la reserva marina como Patrimonio Natural de la Humanidad.

 
ECONOMISTA RAFAEL CORREA DELGADO

UN RÉCORD IMPORTANTE

Sería antiético e irresponsable (según mi punto de vista) ponerme a dar un criterio acerca de la gestión realizada por Rafael Correa, en especial por haber terminado su mandato presidencial hace muy poco tiempo.

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Rafael Correa Delgado

Yo creo que para evaluar su gobierno y su efecto  e influencia en las Galápagos en estos años hay que ser completamente imparcial, así que habría que dejar pasar un tiempo prudencial y sacar conclusiones objetivas, ya sin pasiones políticas ni tendencias ideológicas que pueden cegar el entendimiento.

Pero hay algo que si podemos decir del actual mandatario, y es que ostenta desde ya un envidiable récord que no lo tiene hasta el momento ningún presidente antes que él,  y que no sé si lo alcanzara otro presidente después de él.

Y es que hasta el momento, es el presidente ecuatoriano que más ha visitado las islas, y si no me equivoco (y espero no hacerlo) ha venido a darse “una vueltita por aquí” por lo  menos unas seis veces.

Ahora, una cosa es visitar las Galápagos y otra es la obra realizada en las islas. Sin embargo, tanto su legado como los efectos de su política tan sólo los podremos analizar posteriormente con una visión mas clara.

Con esto terminaríamos este “viaje por el tiempo”, recordando la influencia y gestión de varios mandatarios ecuatorianos en la historia de “Las Islas Encantadas”, “El Archipiélago de Colon”, nuestras queridas “Islas Galápagos”.

¿Y QUIEN SERA EL PRÓXIMO?

Nadie excepto Dios sabe lo que nos depara el futuro, y tampoco nadie sabe qué va a ocurrir de aquí a cien o más años.

Pero sí estoy convencido de que también con la ayuda de Dios podremos hacer las cosas mejores de lo que lo fueron en el pasado. Hay un viejo adagio que dice: ”el que no conoce la historia está condenado a repetirla”, y es mi deseo que quien quiera que sea o sean los nuevos mandatarios de nuestro país en futuras elecciones, tomen  las decisiones mas acertadas para preservar de la mejor forma este maravilloso y remoto archipiélago.

Espero que si alguno de ustedes visita las Galápagos en el futuro, toda esta información le sirva para tener una idea mas clara de cómo se han desarrollado las islas mediante ciertos acontecimientos históricos, y políticos muy importantes.

¡Hasta una próxima oportunidad!

Dries Degel

miércoles, 21 de junio de 2017

LOS PRESIDENTES ECUATORIANOS Y LAS ISLAS GALÁPAGOS (2a PARTE)



GENERAL ELOY ALFARO

PROPUESTAS DE VENTA, COMPRA O ARRIENDO DE LAS GALÁPAGOS

Leamos a continuación lo siguiente que es parte de un discurso presidencial dirigido al Congreso Nacional del Ecuador el  29 de Agosto de 1901.

Honorables Legisladores:

No quiero separarme del poder, sin hablaros de un grave peligro para el país; peligro que, mas o menos tarde, puede convertirse en una funesta realidad. Prever los males es remediarlos antes de que lleguen; y al tratarse de los que amagan la República, no sería Patriota quien no buscase con anticipación todos los medios conducentes a evitarlos.

Hablo del Archipiélago de Galápagos, hoy de Colón; grupo de Islas que se han convertido en la espada de Damocles suspendida sobre la cabeza de Ecuador; y que, en no lejano día, será la manzana de la discordia de todas las potencias marítimas.

Este discurso lo pronuncio el presidente de la República del Ecuador general Eloy Alfaro, caudillo de la Revolución Liberal, y que nos deja entrever la honda preocupación como mandatario acerca del futuro de las Islas como parte de la soberanía nacional.

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Eloy Alfaro

Y su preocupación no era para nada exagerada, ya que aunque Galápagos era un lugar considerado sin ningún tipo de valor ni importancia, lugar de refugio de piratas o sitio de exilio de condenados, revoltosos, y presos, morada de reptiles, cubierto de lava, y sin agua dulce, sin embargo varias potencias mundiales comenzaron a “echarle el ojo”, sobre todo cuando comenzó el proyecto de construir el Canal de Panamá.

Entre los países que mostraron su interés por conseguir concesiones en las Islas, esto quiere decir arriendo, o venta de una, varias, o todas las Islas están en primer lugar los Estados Unidos de América, Gran Bretaña y Francia, sin contar que habían  diversos intereses de países como España, Perú y Chile para conseguir concesiones también en explotación de ciertos recursos o zonas de influencia.

La soberanía de aguas Galapagueñas también se vieron violadas (en especial a comienzos del siglo XX y durante la Primera Guerra Mundial) por barcos americanos, británicos, alemanes y japoneses, lo cual trajo serios problemas diplomáticos a nuestro país.

Los gobiernos de Urbina, Robles, Veintimilla, Caamaño, Flores Jijón y Cordero entre otros, fueron tentados por diversos países y con cuantiosas sumas de dinero a ceder alguna parte (sino su totalidad) de las Islas para diversos fines.

Pero, ya sea por oposición política interna, como por problemas diplomáticos externos y otras causas más, los negocios no se cerraban y las Islas Galápagos seguían de forma milagrosa en manos ecuatorianas (hasta el día de hoy).

Y digo milagrosa porque a cualquier país que sea potencia marítima le hubiera bastado enviar un contingente de barcos de guerra para destruir a la aún pequeña armada ecuatoriana.

Una de las razones por la cual no prosperaron las pretensiones extranjeras sobre Galápagos es que en Latinoamérica en general existía un sentimiento en el cual nadie quería tener frente a sus costas una base militar, ya fuera europea o estadounidense.

Y entre las potencias también se boicoteaban unas a otras cuando alguna en particular parecía que estaba a un paso de  lograrlo.

En fin, llegado a este punto, el presidente Eloy Alfaro vio muy clara la situación y llegó a la conclusión de que tarde o temprano al paso en que íbamos alguna de las potencias mundiales se apoderarían de Galápagos por la fuerza, y nosotros no conseguiríamos nada a cambio de esa pérdida territorial.

Pero no fue hasta su segundo período presidencial cuando “El viejo luchador” (nombre popular como se lo recuerda a don Eloy) recibió  una oferta que pienso yo fue la mas tentadora hasta ese momento.
Los Estados Unidos ofrecieron por el arriendo de las Islas Galápagos la suma de 15 millones de dólares y solo por 99 años, luego de lo cual regresarían a ser parte de la soberanía ecuatoriana.

Una propuesta nada despreciable ya que no solo las Islas estarían solo por un tiempo en manos extranjeras, sino que la suma de dinero ayudaría a realizar diversas obras que eran urgentes para el país.

Era un tema muy delicado y Alfaro era un hombre que deseaba hacer las cosas de la mejor forma; es así que el asunto fue expuesto a la opinión pública pasando por el congreso nacional y luego se quiso hacer una especie de consenso nacional para que todo quede claro y fuera en realidad el pueblo ecuatoriano el que decidiera.

Pero entonces comenzó una campaña virulenta contra don Eloy y no es de sorprenderse ya que el general Alfaro despertaba odios acérrimos sobre todo por parte de los conservadores y de la Iglesia Católica que lo consideraron una especie de “anticristo”.

Fue acusado como un traidor al querer ceder “territorio nacional” a potencias extranjeras, cosa que en realidad el no deseaba hacer; pero fue tal la oposición que Alfaro tuvo que suspender (o quizás posponer) cualquier tipo de negociación.

Hubo una guerra interna bastante extensa en torno a este tema, pero una vez más en medio de esa vorágine de pasiones  “milagrosamente” las Islas Galápagos continuaron siendo parte de la soberanía ecuatoriana.

Cabe destacar que a nuestro querido general Alfaro el futuro le depararía un trágico destino, ya que en el año de 1912, el 28 de enero, en un acto de fanatismo y odio irracional que le hiela la sangre a cualquiera, una masa del populacho asesinaría a don Eloy y a otras cinco personas en el Panóptico de Quito, para luego arrastrarlos ya muertos por las calles y terminar quemándolos en el parque EL Ejido de la capital de la República.

Con su muerte se cerraría otro capítulo de nuestra historia nacional, y sería un presidente ecuatoriano más que quedaría de una u otra forma vinculado a la historia de nuestras queridas Islas.

La pregunta que me hago es: si hubiese prosperado el plan de Alfaro, los ecuatorianos hubieran dado su visto bueno, los americanos hubieran arrendado las Islas 99 años y nuestro país hubiera recibido el dinero… ¿Qué hubiera pasado?

Dejo abierta esa interrogante para meditarla.

 
DR. ALFREDO BAQUERIZO MORENO

PRIMERA VISITA PRESIDENCIAL A LAS ISLAS GALÁPAGOS

Hasta este momento, llegado el año de 1917, las Islas Galápagos no habían sido visitadas por ningún mandatario ecuatoriano (¿increíble no?).

El honor de ser el primer presidente del Ecuador en realizar tan trascendental viaje recae en la persona del Dr. Alfredo Baquerizo Moreno, ilustre guayaquileño de corte liberal y de importante obra administrativa y política en el país.

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Alfredo Baquerizo Moreno

Pero, ¿cuál fue la motivación de don Alfredo Baquerizo Moreno para navegar hasta las Islas ese año? ¿Fue acaso por turismo y esparcimiento, o había otras razones?

Es eso lo que vamos a analizar a continuación.

Como expuse anteriormente, había un tremendo interés en las Islas Galápagos por varias potencias mundiales entre la que sobresale la de los E.E.U.U. obviamente.

Esa situación se agravó mucho más en medio de la Primera Guerra Mundial, y aunque Ecuador se había declarado neutral, hubo serias acusaciones especialmente del bando aliado de que las Islas eran usadas por barcos y submarinos alemanes lo cual atentaba contra la seguridad de la región.

También cabe acotar que las aguas del mar territorial alrededor de Galápagos eran violadas por barcos de todo tipo y nacionalidad. También incluso se decía que barcos (y al parecer submarinos) japoneses eran avistados en la zona.

Es así que se estaba llegando a la conclusión (sobre todo por parte de británicos y americanos) de que aunque el Ecuador era el dueño de las “Islas Encantadas”, tenía como talón de Aquiles su debilidad en materia de poderío naval (lo cual era muy cierto) para defender las aguas insulares de una forma adecuada.

O sea, en otras palabras la presencia ecuatoriana en las Islas Galápagos era casi nula, era “No man’s land” (traducido quiere decir “tierra de nadie”).

Fue así que de manera urgente y para demostrar al mundo entero que las Galápagos si pertenecían al pueblo del Ecuador y si tenían dueño, el presidente Baquerizo Moreno decide moverse en dirección a las Islas y sentar un precedente que terminara con las dudas de quien era el propietario del famoso Archipiélago.

Así entonces, el guardacostas “Patria” escoltado por el crucero “Cotopaxi” partieron el 10 de julio de 1917 con una delegación que incluía, aparte del presidente del Ecuador, a ciertos embajadores, periodistas, autoridades gubernamentales y militares rumbo a las Galápagos en un viaje de al menos tres días desde el continente (¡como se habrán mareado los pobres!).

Una vez llegados luego de esa dura navegación, se procedió a realizar la visita en solo tres Islas (todas ellas ya habitadas por algunos colonos nacionales y extranjeros) y sería solo por tres días.

Las Islas privilegiadas con tan distinguidos visitantes fueron la de San Cristóbal, la de Isabela, y finalmente la de Floreana, luego de lo cual ambos barcos enfilarían a la costa ecuatoriana hacía Esmeraldas y Bahía de Caraquez (Provincias de Esmeraldas y Manabí respectivamente) terminando cerca de Perú.

Cabe destacar que mientras que es loable que Baquerizo Moreno se interesara tanto por mantener la integridad territorial, por otro lado podemos darnos cuenta que no estaba muy preocupado por la situación de sus compatriotas (y extranjeros también) que vivían en condiciones bastante penosas y algo primitivas en un lugar tan remoto y apartado.

La falta de comunicaciones, falta de servicios básicos, hospitales, escuelas, hacía que vivir en un lugar tan especial fuera un autentico desafío de supervivencia, además de superar los estragos psicológicos que causaba el aislamiento geográfico.

Esta situación que acabo de describir fue una constante desde la colonización de Galápagos en 1832, y que continuaría por largo tiempo hasta que ciertas situaciones que más tendrían que ver con el devenir científico en las Islas, producirían un cambio trascendental en sus habitantes para siempre. Ese tema lo ampliaremos mas adelante.

Por ser el primer presidente del Ecuador en visitar Galápagos, el pueblo de la Isla de San Cristóbal conocido como “Puerto Chico”  (que ya era sede de la autoridad pública en 1916) cambiaría su nombre al de Puerto Baquerizo Moreno en honor a su histórica visita, y actualmente es la capital política de la provincia.



DR. JOSE MARIA VELASCO IBARRA

DOS ACONTECIMIENTOS IMPORTANTES

El Dr. José María Velasco Ibarra fue presidente del Ecuador por cinco ocasiones (¡tremendo récord!), y es conocido y recordado por su frase “¡denme un balcón y seré presidente!”.

Su fogosa oratoria y su poderoso discurso cautivaban a las masas (cuantos políticos de hoy en día quisieran tener un poco de ese “don”) haciéndolo siempre un firme candidato a ganar las elecciones.

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José María Velasco Ibarra

Así es que, sentándose varias veces en el podio presidencial no es raro imaginar que en alguna ocasión estuviera vinculado a las Islas Galápagos, y en realidad así fue aunque solo en dos ocasiones y las vamos a describir a continuación:

Periodo 1934-1935

El Dr. Velasco Ibarra fue elegido presidente del Ecuador el 1 de septiembre de 1934, y aquí vamos a hacer un paréntesis para darnos una idea de cómo funcionaba la legislación ecuatoriana en materia de protección de los recursos naturales.

Hasta esas fechas la única ley que se conoce relativa a la defensa de la naturaleza era una prohibición de cacería de garzas en 1926 en la costa ecuatoriana (que buena suerte la de las garzas). Los parques nacionales eran inexistentes así como las aéreas protegidas.

Sin embargo, en 1934 ya se estaba creando una legislación de protección de las Islas Galápagos que se culminaría y ratificaría en 1936, quizás el motivo de estas leyes fue el paulatino interés de las expediciones científicas que encontraban fascinante al archipiélago, así como lo fue para Charles Darwin en 1835.

Así que cuando Velasco Ibarra era presidente se encontró en transición de estos acontecimientos históricos y  aunque no parecen importantes, en el fondo lo terminarían siendo mucho mas adelante.

Pero fue a mitad de 1935 que llegaría al Ecuador el naturalista americano Víctor Von Hagen (suena bastante alemán) el cual traía el proyecto de ubicar un monumento a Charles Darwin en las Islas Galápagos y de ese modo atraer la atención del mundo entero sobre “la importancia y protección del archipiélago” (tremenda misión la de don Víctor).

Si desean saber mas acerca de la expedición de Von Hagen, justamente escribí en este mismo blog acerca de esa interesantísima historia, y les invito a leer los detalles de la misma.

Retomando lo anterior, fue justamente el presidente Velasco Ibarra con quien se reunió Von Hagen en la ciudad de Quito con el fin de llegar a un acuerdo y recibir el permiso gubernamental para llevar a cabo esta obra.

Parte del plan del Sr. Hagen incluía hacer estampillas de correo que tenían un recordatorio de Charles Darwin, ya que se acercaba el centenario de la visita del naturalista inglés a las Galápagos y a la vez servirían como parte del financiamiento del proyecto.

Pero para sorpresa de propios y extraños, mientras Von Hagen, su esposa Christine y otros trabajaban arduamente en erigir el pedestal donde se ubicaría el busto de Mr. Darwin,  en Quito, después de una sublevación militar, el presidente Velasco Ibarra fue apresado y depuesto del poder.

Eso no detuvo el proyecto del monumento a Darwin, pero paralizó (aunque momentáneamente) el asunto de las estampillas.

Finalmente se realizó la ceremonia en San Cristóbal con la presencia de los pocos habitantes de la Isla, así como las autoridades militares, en donde se dieron muy emotivos discursos recordando la trascendental visita del barco "Beagle" y del ilustre Charles  Darwin.

Podríamos decir entonces que Velasco Ibarra tuvo una importante presencia en este hecho histórico, aunque lamentablemente su permanencia como mandatario fue de tan corta duración.

Cabe destacar que a pesar de todos estos esfuerzos (que no fueron en vano del todo) de momento no se hizo mayor cosa en materia de una real protección de las Islas, pero fue un granito más de arena para que eso se diera mucho tiempo después.

Periodo 1944-1947

Ya en su segundo período presidencial, Velasco Ibarra nuevamente tuvo injerencia en las Islas Galápagos.

Esta vez se debió a un asunto totalmente distinto al de la conservación, y para que entiendan lo que relataré a continuación debo una vez mas hacer una breve reseña.

Durante la Segunda Guerra Mundial la República del Ecuador cedió dos puntos en su territorio para crear bases militares americanas con el fin de defender el canal de Panamá. Uno de esos lugares fue la base naval en Salinas que es parte de la costa ecuatoriana, y el otro fueron  las Islas Galápagos.

El plan contemplaba que Ecuador cedería esos sitios como parte del apoyo al esfuerzo de guerra contra los totalitarios (Alemania, Japón e Italia) y que la ocupación duraría hasta que la guerra terminara. Luego de finalizado el conflicto se retirarían.

Y es así fue que en el año de 1946 (ya concluida  la Segunda Guerra Mundial con la rendición de Japón) para sorpresa de la Base de la Isla Baltra (base principal americana en las Galápagos) se avista la llegada de un avión. Y para mayor sorpresa de los aviones que fueron a interceptarlo era un aeroplano “Junker” de ¡fabricación alemana! (pero con bandera ecuatoriana).

Una vez escoltado hasta la Base Beta (Isla de Baltra), los estadounidenses supieron que uno de los ilustres viajeros del avión era nada más y nada menos que el ¡presidente Velasco Ibarra! Bastante arriesgado el señor.

El objetivo del mandatario era entrevistarse con los militares americanos, afirmar la soberanía ecuatoriana en las Islas, y solicitar que se pusiera un plazo a la salida de los soldados y oficiales así como todo el contingente bélico de regreso a Panamá (digámoslo así, los estaba echando pero “educadamente”)

Esto convertiría a Velasco Ibarra en el segundo presidente ecuatoriano en visitar Galápagos, y su propósito principal por lo que vemos era asegurarse de la salida de los soldados americanos de nuestro territorio insular, aunque hubo intentos de los estadounidenses de conseguir una ampliación de su presencia en las Islas, pero ahora con otros diversos fines.

Finalmente y luego de esfuerzos diplomáticos, los norteamericanos comenzaron a retirarse de Galápagos rumbo a casa, y  dicho sea de paso las Islas no eran precisamente un lugar muy querido por los soldados por su aislamiento,  su paisaje seco y con casi nada de agua dulce.

Aparte de la Isla de Baltra, había algunas otras pequeñas bases donde tenían guarniciones principalmente con radares para mantener control sobre el área periférica en caso de la aproximación de enemigos.

Una de esas bases se encontraba ubicado en el sur de la Isla Isabela, cerca de un pequeño puerto de pescadores (Puerto Villamil). Ahí quedaban ciertas barracas y algunas otras cosas dejados por los norteamericanos instalados en ese sector (había una estación de radar).

Es así que Velasco Ibarra decide usar esa área en particular por sus facilidades e infraestructura y crear, una vez mas, una prisión para “los peores criminales y delincuentes” del país, naciendo así la tristemente legendaria “Colonia penal de la Isla Isabela”.

Y uso esos calificativos porque justamente allí queda aun como un monumento mudo, frío, y lúgubre un muro hecho de rocas de lava construidos por los presos a los cuales, debido a los malos tratos, falta de agua, carencia de médicos y pobre alimentación, les esperaba una muerte lenta y terrible. Obviamente el objetivo era diezmarlos poco a poco.

El sitio es recordado como “El Muro de las Lagrimas” y hoy por hoy es sitio de visita turístico histórico, y creo no hace falta hacer más descripciones de porque tiene ese nombre tan especial. Quizás algún día en otro artículo trate del tema mas a fondo.

Aquí hago un alto, pues quiero hacer una reflexión a título personal (no es necesario que estén de acuerdo conmigo) pero, Velasco Ibarra se esmeró tanto en que los americanos se retiraran a casa, y ¿para que?, para terminar creando otra colonia penal en Galápagos y que sus habitantes siguieran viviendo en el mismo estado de abandono y olvido.

No estoy de acuerdo con el intervencionismo extranjero para nada, pero al menos los americanos trajeron obras que son usadas hasta hoy, pista de aterrizaje y muelle en Baltra, las barracas construidas para vivir en ellas, y muchas cosas que se desmantelaron fueron transportadas a diversos sitios del país para ser reusadas.

Hubo buena paga a los galapagueños, hubo trabajo, reservorio de agua en San Cristóbal para los habitantes, un generador de energía etc, etc.  Finalmente se fueron ellos y todo volvió al mismo sistema de atraso, aislamiento, y despreocupación de siempre y por ultimo volvieron a enviar a los mas peligrosos criminales y deportados hacia las Islas.

En mi  opinión muy, pero muy  personal, pienso que hubiera sido una mejor idea haber explorado varias alternativas que sobre todo beneficiaran al país y que no fuera una pérdida ni desmembramiento territorial. Pero en fin, ya es historia y es solo una opinión.

El pueblo habitado de la Isla Floreana en honor a este celebre presidente del Ecuador lleva ahora el nombre de Puerto Velasco Ibarra.

(Continuará)

lunes, 19 de junio de 2017

LOS PRESIDENTES ECUATORIANOS Y LAS ISLAS GALÁPAGOS (1a PARTE)

Una vez más nos acompaña en este blog mi querido amigo Dries Degel, famoso naturalista ecuatoriano, además de historiador aficionado que vive en las Islas Galápagos, quien ahora nos presenta un interesante artículo sobre los presidentes de Ecuador y su relación con las Islas. Por su extensión me vi en la necesidad de dividirlo en tres partes. Espero que sea de su interés y tanto Dries como yo esperamos con gusto sus comentarios.

Nuestro buen amigo Dries Degel


LOS PRESIDENTES ECUATORIANOS Y LAS ISLAS GALÁPAGOS
Por Dries Degel

Desde que nuestra nación el Ecuador nació en 1830, han pasado hasta el día de hoy algo mas de 40 diferentes presidentes de la República (algunos repitieron dos o hasta más períodos). Sin embargo, muy pocos de ellos han tenido una relación con este pequeño conjunto de islas tan especiales como lo son las Galápagos.

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Las Islas Galápagos

Y podríamos añadir también que el romance entre mandatarios y el archipiélago no ha sido de lo más afortunado, y partiendo de este hecho es que deseo hacer un análisis de diferentes sucesos que nos lleve a comprender muchas cosas interesantes sobre un lugar que hoy por hoy es considerado un santuario natural y científico a nivel mundial.

Entonces comencemos este viaje a través del tiempo y espero que les guste y lo disfruten.


GENERAL JUAN JOSÉ FLORES

ANEXIÓN DE GALÁPAGOS A ECUADOR

Mi país el Ecuador, comienza su existencia  luego de separarse de lo que fuera el sueño del Libertador Simón Bolívar conocido como “La Gran Colombia”.  O  sea Venezuela, Colombia (incluyendo lo que hoy es Panamá) y Ecuador formábamos una gran nación,  que finalmente terminó por disolverse en los actuales países que nombré anteriormente.

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Juan José Flores

Diferentes intereses  de todo tipo conspiraron para que terminemos dividiéndonos (los invito a que se imaginen como hubiera sido de continuar dicho proyecto histórico).

Y en nuestro caso especifico,  lo que fuera en aquel entonces el Distrito del Sur se separó irremediablemente para nacer como la República del Ecuador el 13 de Mayo de 1830, y según otros historiadores y eruditos fue realmente el 24 de Septiembre ya que fue entonces cuando se terminó y promulgó la Constitución elaborada por la Asamblea constituyente en la ciudad de Riobamba.

En el centro de todos estos sucesos y como protagonista principal  de esta historia estaba involucrado el Generalísimo  Juan José Flores (dicho sea de  paso de origen Venezolano), y que  fue declarado como el primer presidente de la nueva República por una Asamblea prácticamente formada por elementos leales a él (Que coincidencia, ¿no?).

Luego de dos años en su mandato, otro General y ex héroe de la Independencia llamado José de Villamil, le propone al General Flores la posibilidad de anexar como parte del territorio nacional un conjunto de Islas que están localizadas a casi 1000 Km. de nuestras costas ya que no eran hasta ese momento propiedad de nadie.

Flores accede a esta petición y es así que el 12 de Febrero de 1832 llega a Galápagos una delegación con el Coronel Ignacio Hernández para hacer oficial la posesión del Archipiélago a la novel República Ecuatoriana.

Hasta ese día y desde su descubrimiento en  1535 nadie había intentado ni de broma apropiarse de las Islas, a pesar que ya habían sido visitadas por piratas, exploradores, balleneros, y expedicionarios de diferentes nacionalidades.

No es muy difícil darse cuenta que varios factores conspiran contra el deseo de establecimiento de personas de forma permanente, y podemos enumerar varias como por ejemplo: la distancia con el continente, suelo volcánico en la mayoría de Islas (lava basáltica o ceniza), pocas perspectivas de negocios  rentables, pero sobre todo la terrible carencia del liquido mas vital o sea, el agua dulce.

La única razón para detenerse en las Islas fue buscar a las famosas tortugas gigantes que en aquella época había en gran número y constituían una excelente fuente de proteínas y grasa para las tripulaciones hambrientas de  los barcos.

Los quelonios sobrevivían sin agua ni comida meses en las bodegas de las embarcaciones en un tiempo que no había ni refrigeradoras ni electricidad para preservar la carne fresca (la comida a bordo debió de ser un “gourmet” poco agradable)

Entonces, luego de la toma oficial de las Islas siguió la colonización, la cual tuvo obviamente grandes problemas desde el principio por las situaciones que describí anteriormente, sobre todo la falta de agua dulce tan necesaria para cualquier enclave humano.

Sin embargo las Islas con mayor altitud sobre el nivel del mar tienen una ventaja: por la condensación de las nubes en la zona montañosa hay lloviznas ligeras que producen la formación de riachuelos y de suelo apto para la agricultura.

Siendo esta la realidad que hay que afrontar no hubo mucha gente entusiasta para venir a Galápagos a quedarse y hacer patria (todo lo contrario a lo que sucede actualmente).

Entonces ocurrió algo que sería en adelante casi una norma para la colonización Galapagueña, y es que las cárceles en el continente estaban llenas de delincuentes, pillos, vagabundos, malvivientes, agitadores, revoltosos, presos políticos e incluso soldados sublevados.

La solución fue pues más que clara, enviar a todo este tipo de personajes exiliados hacia las Islas para de esta forma mantener la soberanía sobre el territorio insular. Al fin y al cabo eran ecuatorianos.

No es de sorprenderse ya que tradicionalmente las Islas en casi todo el  mundo han sido empleadas para deshacerse de todo  tipo de gente indeseable y alejarlos de la sociedad que los repudia.

Galápagos poco a poco se ganará una terrible reputación por estas situaciones, llegando incluso a considerarse como “Islas bajo maldición” por los constantes sucesos negativos, tristes, y trágicos donde asesinatos, muertes, e incluso la “mala suerte” eran la tónica de aquellos que buscaban nuevos rumbos en un lugar tan remoto.

Ya que durante su primer periodo como mandatario, Galápagos paso a ser parte del territorio ecuatoriano, una de las islas mas sureñas fue posteriormente nombrada como “Floreana” en honor del presidente Flores.
 


DR. GABRIEL GARCÍA MORENO

LA PRIMERA PROVINCIALIZACIÓN DE GALÁPAGOS.

Como preámbulo déjenme contarles que entre 1859 y 1861 nuestra nación, el Ecuador, estuvo a un paso de desaparecer del mapa (yo diría que a un pelo) dividido entre nuestros vecinos Colombia y Perú, y más aún,  el país se desgarraba internamente en una cruenta guerra civil en la cual varios líderes regionales se proclamaban como gobiernos provisionales o jefes de Estado (increíble, ¿no?).

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Gabriel García Moreno

Más aún nuestras costas estaban bloqueadas por la Armada Peruana y posteriormente un ejército peruano con su mandatario a la cabeza, el General Castilla, desembarcaba en Guayaquil y ocupaba la Hacienda Mapasingue.

En medio de esa vorágine de confusión y desintegración nacional, surge la persona del Dr. Gabriel García Moreno que aliándose a un ex enemigo de él y conocido nuestro, el General Juan José Flores, comienza una campaña bélica en la que finalmente resultan victoriosos derrotando al General Guillermo Franco en Guayaquil (de paso aliado de Castilla, con el cual firmó un tratado que a la postre nunca fue validado por peruanos y ecuatorianos), y de esa forma logran milagrosamente la reunificación del país (aplausos, por favor).

Después de ese momento catastrófico que tuvo por así decirlo un feliz desenlace, llegó a la presidencia don Gabriel García Moreno, hombre de inusitado fervor religioso combinado con genialidad administrativa, interminable energía y mano dura que se impondría al país en dos periodos presidenciales.

García Moreno llegó a una interesante conclusión luego de aquel periodo crítico, y es que el país desde su separación de la Gran Colombia había quedado dividió en tres grandes departamentos que estaban bajo la influencia de Quito, Guayaquil, y Cuenca, e internamente estaban subdivididos en provincias.

Siendo solo tres los Departamentos, él había notado que era muy fácil para cualquier caudillo local levantarse en contra del gobierno y sublevar a toda una región trayendo el caos y la anarquía (Ecuador ya había vivido hasta ese momento varios de esos sucesos negativos).

Es así que García Moreno decide dividir al país en las actuales provincias bajo un Gobierno Central de tal forma que si algún desquiciado comenzaba alguna revuelta, esta sería solo efectiva en una pequeña área del territorio nacional y no en toda una región que abarcaban varias ciudades, poblados, caseríos y enclaves estratégicos.

Esto ocurría en el año de 1861, y fue así que por primera vez las Islas Galápagos también eran declaradas como provincia ya que hasta ese entonces estaban bajo la jurisdicción de Guayaquil (por muy obvias razones). Su capital sería la Isla llamada Floreana en un sitio llamado “Asilo de la Paz” (actualmente un sitio de visita para turistas).

Pero una vez mas el desconocimiento de las realidades de estas lejanas Islas trajo varios inconvenientes con la provincialización, y esto es que estando tan pero tan lejos, y siendo el erario nacional tan pero tan limitado, era penosamente difícil el mantener siquiera una guarnición con unos pocos soldados y una burocracia para un territorio tan pequeño y que hasta ese momento no estaba representando ninguna ganancia o beneficio al país.

Las colonizaciones que se habían dado un poco antes y varios años después terminaron de una u otra forma de manera trágica, también vale notar que en las Islas donde se colonizó y luego fueron abandonadas dejaron como legado una serie de animales domésticos que remontaron y se volvieron salvajes produciendo los problemas que ya conocemos destruyendo un ecosistema único en el mundo.

Entonces por  muy diferentes  razones y otras mas que  no cabría analizar ahora, finalmente varios años después las Islas Galápagos volverían a ser parte de la provincia del Guayas dependiendo del control de Guayaquil, cerrándose momentáneamente este capítulo de administración territorial, aunque el tema se reabriría mucho tiempo después como veremos mas adelante.

 



DR. ANTONIO FLORES JIJON  Y  DR. LUIS CORDERO CRESPO

NOMBRES OFICIALES PARA EL ARCHIPIÉLAGO Y SUS ISLAS

Me gustaría me permitan darles una breve introducción acerca del tema antes de poder desarrollarlo con mayor detalle.

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Antonio Flores Jijón

Desde su descubrimiento las Islas Galápagos fueron visitadas por todo tipo de variados personajes de las más diversas nacionalidades, por lo tanto en las cartas de navegación de al menos tres siglos aparecían diferentes nombres tanto de las Islas en su conjunto como individualmente.

Sólo para citarles un ejemplo, la Isla donde yo habito que se llama Santa Cruz tuvo hasta ocho (o quizás diez)  nombres entre los que figuraban como el más antiguo Norfolk, y de allí en adelante eran Chávez, Valdez, Bolivia, Porter, Indefatigable y otros.

El nombre de “Galápagos” incluso asoma muchísimo tiempo atrás en el “Theatrum Orbis Terrarum” del cartógrafo flamenco Abraham Ortelius en 1570 publicado en la ciudad de Antwerp con el nombre de “Insulae de los Galopegos”, nombre que se haría muy popular mucho tiempo después y que tiene estrecha relación con el hecho de que las Islas tuvieran poblaciones numerosas de Tortugas Gigantes también llamadas Galápagos por los españoles.

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Luis Cordero Crespo

Sin embargo el nombre mas usado para las Islas fue definitivamente “Las Encantadas” que tiene su origen en la superstición y las versiones populares (tipo leyendas urbanas)  ya que durante las navegaciones por aguas Galapagueñas, los marineros y tripulantes decían que  en medio de la bruma se divisaban  Islas que aparecían y desaparecían misteriosamente.

Ese nombre se hace patente en 1684 por Cowley como “Enchanted” luego en 1775 y 1794 respectivamente por Sayer y posterior por Lavie & Whittle, y finalmente “Las Encantadas” en 1854 por Herman Melville que lo popularizo aun mas.

Al punto al cual quiero llegar es que, cuando las Islas Galápagos pasaron a ser legalmente  posesión territorial ecuatoriana no tenían oficialmente nombre sino que mas bien había una amalgama de  diversidad de nombres de todo tipo que incluían las Islas mayores, las mas pequeñas y también los islotes y rocas;  así como las caletas, playas, bahías arrecifes, salientes, y demás.

Fue así que llegamos al año 1892 en el cual siendo aún presidente el Dr. Don Antonio Flores Jijón (hijo de nuestro ya conocido general Juan José Flores) el Congreso Nacional decide que por estar próximo el cuarto Centenario del descubrimiento de América por parte del famosos navegante genovés Cristóbal Colón, era menester honrarlo con festividades cívicas y religiosas, y otorgando como honor especial que las Islas Galápagos llevarán oficialmente su nombre perpetuamente.

Obviamente el nombre otorgado sorprende a todos porque entre Cristóbal Colón y Galápagos no hay absolutamente ninguna relación, ya que como todos sabemos Colón nunca llegó ni siquiera a las costas del Océano Pacífico ni mucho menos hasta mar abierto buscando Islas volcánicas.

Por su parte el presidente  Flores Jijón objetó el proyecto, y quizás lo hizo por ser un hombre muy culto y que fue diplomático y plenipotenciario de nuestro país en algunas ocasiones.

Pero veamos como está redactado el asunto por parte del Congreso Ecuatoriano y creo entenderemos mejor las motivaciones, ideas y mentalidad de aquella época.

                                      El CONGRESO DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR
                                                            CONSIDERANDO:

1º Que el descubrimiento de América es uno de los hechos mas grandes de nuestra historia, por haber traído al nuevo mundo con el don inestimable de la fe Católica, los insignes beneficios de la verdadera civilización, y

2º Que la gratitud debida al Supremo Dispensador de todo bien, y el reconocimiento para con los personajes que en aquel magno suceso intervinieron exigen que el Ecuador como nación hoy libre e independiente, celebre el cuarto Centenario de dicho descubrimiento.

DECRETA:

Art 1º El 12 de Octubre de 1892 se celebrará en todas las Iglesias y Catedrales del Ecuador una misa solemne de acción de gracias al Omnipotente por el descubrimiento de América; y aquel día se reconocerá como fiesta cívica de la República.

Art 2º Para perpetuo recuerdo de aquel gran descubrimiento y gloria del héroe que lo llevó a cabo, así como la de los personajes y circunstancias principales que en aquel intervinieron; desde la promulgación de esta ley se denominará ARCHIPIÉLAGO DE COLÓN  al de Galápagos, y las islas principales que los conforman cambiarán respectivamente sus nombres en esta forma:

Chatam en San Cristóbal (Patrón de los navegantes); Charles en Santa María (Carabela de Colón); Albermarle en Isabela (Reina de España); Narborough en Fernandina (Fernando Rey de España); James en San Salvador (Cristo el Salvador); Indefatigable en Santa Cruz (Cruz de Cristo); Barrington en Santa Fe (La Fe en Cristo); Abingdon en Pinta (Otra Carabela de Colón); Bindloe en Marchena (Padre Marchena); Duncan en Pinzón (Hermanos Pinzón); y Jervis en Rábida (Convento de la Rábida).

El ministro de Instrucción Pública mandará grabar en Europa un mapa del mencionado Archipiélago cambiando, si a bien tuviere los nombres de las demás Islas e Islotes con los más notables de la Historia Patria.

(De ahí viene un montón más de artículos que no nos competen compartir aquí)

Y para terminar:

Palacio de Gobierno en Quito, a 21 de Agosto 1890  - Objétese- A. Flores  (Aquí está la objeción Presidencial)  El Ministro de Instrucción Pública Elías Lazo- Junio 22 de 1892 –Insístase-  (Aquí vemos la insistencia Parlamentaria)  El Presidente de la Cámara de Senado, Vicente Lucio Salazar. –El Presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Carrasco.- El Secretario de la Cámara del Senado, Leónidas Pallares Arteta.- El Secretario de la Cámara de Diputados, Joaquín Larrea.

Y aquí tenemos la decisión gubernamental final:

Palacio de Gobierno en Quito, a 22 de Junio 1892 –Ejecútese- A. Flores- El Ministro de Instrucción Pública Elías Lazo.

Podríamos entonces concluir que aunque fue el Congreso Ecuatoriano el de la idea de rebautizar las Islas, la responsabilidad recae en la humanidad del presidente de la República Antonio Flores Jijón (siempre los presidentes son los que pagan los platos rotos).

Pero igual me atrevería a decir que es una responsabilidad compartida, porque el que ejercía las funciones como mandatario era el señor Flores Jijón (estuvo en el cargo hasta el 29 de Junio de 1892) y el que lo ejecutó en la fecha histórica del 12 de octubre de 1892 fue el distinguido Dr. Cordero Crespo (él comenzó su carrera presidencial el 1 de Julio de 1892).

Hay textos y publicaciones de historia que le dan el crédito a uno y a veces a otro, pero yo diría que ambos tuvieron en alguna forma algo que ver con tan trascendental acontecimiento, especialmente porque hasta el día de hoy todo mundo usa esos nombres en las operaciones turísticas diarias, y actividades normales cotidianas.

Lo que sí me parece por mi parte notable de ambos mandatarios, son su porte y estilo especialmente sus barbas que son una emulación de emperadores europeos de aquellos tiempos. Ambos también, según crónicas de la época, eran unos “auténticos caballeros”.

Vale acotar que cada Isla tiene un segundo nombre en inglés, y que fueron los nombres dados hace ya bastante tiempo especialmente por Ambrose Cowley, y el capitán James Colnett, y si uno observa las cartas de navegación actuales podemos notar que cada Isla tiene ambos, el primero en español y el segundo en inglés.

Así entonces, a partir de ese momento, “Archipiélago de Colón” sería el nombre oficial de estas maravillosas islas, aunque como veremos después, esa situación cambiaría nuevamente.

(Continuará)