martes, 11 de agosto de 2015

¿CONOCES NUEVA AMSTERDAM?

Yo creo que sí la conoces. Nada más que no te acuerdas. Y si no la conoces, si nunca has estado ahí, lo que sí te puedo asegurar es que has escuchado hablar de ella a cada rato. Que si es la capital financiera del mundo, que si es una de las ciudades más visitadas por el turismo internacional, que si es famosa por sus enormes rascacielos (a los que se acaba de agregar uno más conocido como Liberty Tower). ¿Todavía no sabes cual es? Algunos de sus principales monumentos salen constantemente en anuncios, en programas televisivos y en el cine. Es más, te la pongo más fácil: Nueva Amsterdam es la ciudad más utilizada para filmar películas.

Bueno, creo que ya se lo que pasa. Sí conoces Nueva Amsterdam pero estás acostumbrad@ a oír su nombre actual: Nueva York. ¿Ahora sí ya sabes de qué ciudad te estoy hablando? ¿A poco no sabías que Nueva York se llamó originalmente Nueva Amsterdam?



Bueno, pues deja te platico. Estamos acostumbrados a creer que los Estados Unidos se formaron como fruto de la rebelión de trece colonias inglesas situadas en la costa este de Norteamérica, desde Georgia hasta Nueva Hampshire. Y así fue, en efecto, pero lo que poca gente sabe es que muchas de esas colonias no siempre fueron inglesas. Por ejemplo, en 1638 se fundó una colonia llamada Nueva Suecia en parte de lo que ahora son los estados de Delaware, Nueva Jersey y Pensilvania. Y se llamó así porque fue fundada por... ¡suecos!. Muy bien adivinaste. Claro que esta colonia tuvo corta vida, pues en 1655 fue ocupada por los... ¡holandeses! Otra vez adivinaste. Se me hace que ya te conoces esta historia. Como sea, el hecho es que casi nadie sabía de esta colonia sueca debido a su corta vida.

Pero no fue el único caso. Lo que ahora conocemos como la ciudad de Nueva York originalmente se llamó Nueva Amsterdam, pues fue fundada, aunque no lo creas, por holandeses, y era la capital de una colonia llamada los Nuevos Países Bajos, que incluía parte de lo que ahora es Nueva York, Connecticut, Nueva Jersey y Delaware e incluía algunos puestos fronterizos en Pensilvania y Rhode Island. Esta colonia pertenecía a la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales.


Los holandeses comenzaron a llegar a lo que ahora es la isla de Manhattan en 1614, aunque en un principio no establecieron ningún asentamiento permanente, pues se limitaban a comerciar pieles con los indígenas del interior. Fue hasta 1625 en que decidieron construir un pequeño fuerte para defender la desembocadura del río Hudson, lo que daría origen a la ciudad de Nueva Amsterdam.

Al año siguiente el nuevo gobernador, Pierre Minuit, "compró" la isla de Manhattan a los indígenas lenapes por el equivalente a 60 florines en mercancías (más o menos 1000 dólares actuales), acto que se volvió legendario, pero que en realidad no tenía ningún sustento legal, pues como la mayoría de los pueblos indígenas de lo que ahora son los Estados Unidos, los lenapes no conocían el concepto de propiedad privada, y para ellos la tierra era de todos y de nadie, es decir, todos la podían disfrutar porque no le pertenecía a nadie. Así que seguramente los lenapes jamás consideraron que el intercambio al que se refería Minuit implicara que la tierra pasara a ser propiedad de Holanda.

Nueva Amsterdam en 1660.

Como haya sido, es en esos momentos cuando surge la ciudad en torno al fuerte construido un año antes. En esos momentos estaba habitada tan sólo por 270 personas, pero pronto comenzó a crecer. Hacia el norte, su límite se estableció en lo que ahora se llama Wall Street, que de hecho debe su nombre a que ahí se encontraba la muralla de madera que protegía la ciudad (Wall street significa "calle de la pared o calle de la muralla").

Los ingleses conquistaron la colonia de los Nuevos Países Bajos en 1664, siendo su último gobernador Peter Stuyvesant. Inmediatamente le cambiaron el nombre por el de Nueva York, en honor al duque de York, Jacobo, hermano del rey Carlos II de Inglaterra. Desde entonces y hasta la independencia de los Estados Unidos, salvo un corto período entre 1673 y 1674 en que los holandeses la reconquistaron, la ciudad permaneció en manos inglesas.

Peter Stuyvesant decide entregar la ciudad a los atacantes ingleses.

Sin embargo, la huella holandesa aun es muy visible en la actual Nueva York. Algunos de sus barrios más emblemáticos conservan sus nombres holandeses, como Harlem, Brooklyn, Staten Island, Coney Island y Flushing. Una de las principales avenidas en Manhattan, que aunque recorre la isla de norte a sur en diagonal, es famosa por el área de los teatros, también tiene un nombre de origen holandés: Broadway. Otra calle, llamada Bowery, debe su nombre a las antiguas granjas que cubrían el resto de la isla y que se llamaban así. El Bronx debe su nombre a un terrateniente holandés que tenía tierras en esa zona y se llamaba Bronck. Asimismo, varias bahías y pueblos cercanos aun conservan sus nombres holandeses, como Hoboken, situado en Nueva Jersey al otro lado del río Hudson, frente a Nueva York.



Otra reminiscencia de este pasado es el apelativo de Yankees que se le dio a ciertos estadounidenses en el pasado y que ahora se ha generalizado a todos los habitantes del país. Resulta que muchos de los pobladores de Nueva Amsterdam se llamaban Jan o Kees. Asimismo, la palabra dolar se deriva de la antigua moneda holandesa llamada "daalder". ¡E inclusive Santa Claus, ese simpático y barrigón señor vestido de rojo que aparece en las latas de Coca Cola y que le trae regalos en navidad a todos los niños ricos del planeta, se deriva del holandés Sinterklaas o San Nicolás, un obispo holandés que le daba regalos a la gente en navidad.

Nueva Amsterdam al día de hoy.

Para terminar, quiero platicarte algo muy interesante. Resulta que Nueva Amsterdam fue el primer y único lugar (por muchos años) en América (y quizá en el mundo de esa época) en el que se estableció una absoluta libertad religiosa, incluso para los judíos y para los no creyentes (es decir, para los indígenas). Toda una innovación en la época, y desde luego, considerada peligrosa para la mayoría, especialmente para los puritanos ingleses establecidos en la vecina Nueva Inglaterra y para los españoles situados más al sur del continente.

Así que la próxima vez que vengas a Nueva York, presúmele a tus amigos que vas a Nueva Amsterdam, a ver que cara ponen.

Si quieres saber más, te recomiendo que leas "El origen secreto de Nueva York", del historiador Russell Shorto. Se puede conseguir en español.


Interesante imagen que sobrepone la ciudad de Nueva Amsterdam a la actual Nueva York.






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