lunes, 6 de julio de 2015

LOS CINCO EDIFICIOS MÁS HERMOSOS DEL CENTRO DE LA CIUDAD DE MÉXICO (OBVIO, SEGÚN YO)

En 1987 la UNESCO declaró como Patrimonio de la Humanidad al Centro Histórico de la Ciudad de México debido a la enorme riqueza artística que posee. Ello a pesar de que los mexicanos nos hemos empeñado por siglos en destruirlo. Por suerte, tiene tanta riqueza acumulada que lo que aun queda sigue siendo majestuoso. Sin embargo, como en todo, siempre hay un top ten (en este caso top five) de edificios preferidos por cada quien. En mi caso muy particular, que tuve la fortuna de vivir en el Centro Histórico por cuatro años, ésta es mi lista.

1) El antiguo claustro del convento de La Merced. Ubicado en la calle de República de Uruguay, entre Jesús María y Talavera, su construcción comenzó en 1602. De acuerdo con crónicas de la época, su templo era el más fastuoso de la ciudad. Sin embargo, durante la Reforma, fue destruido, aunque el convento logró permanecer de pie un poco de tiempo más. Sin embargo, años después éste también fue destruido para construir en su lugar el mercado de La Merced. Tan sólo el claustro de estilo mudéjar se salvó, en parte gracias a que el Dr. Atl,, un conocido muralista mexicano, decidió vivir ahí para impedir su demolición. Por suerte lo logró, y el claustro siguió en pie, aunque en un estado lamentable de abandono, sirviendo como pulquería, baños públicos y hasta cuartel militar. Ya a mediados del siglo XX se inició su restauración. Durante mucho tiempo permaneció cerrado al público (aunque por cincuenta pesos ofrecidos al vigilante en turno, yo conseguí entrar en varias ocasiones). Actualmente se encuentra en un controvertido proceso de restauración para instalar ahí el Centro Nacional de la Indumentaria, Diseño Textil y Música, es decir, un museo. Sin embargo, el arquitecto encargado de la restauración ha realizado algunas obras polémicas, como tapiar los arcos de la entrada al edificio o construir una enorme cúpula de cemento que nada tiene que ver con el edificio original. Así que por desgracia, actualmente es imposible visitarlo.

El claustro antes...


... y ahora.


2) La capilla de Manzanares. Este curioso edificio está situado en Manzanares 23 esquina con Anillo de Circunvalación, es decir, en el límite oriental del Centro Histórico. También se le conoce como Capilla del Señor de la Humildad. El rumbo no es de los mejores, pues casi enfrente está una calle peatonal donde hasta hace poco tiempo se llevaba a cabo un importante negocio de trata de blancas. Las pobres mujeres desfilaban como en pasarela mientras eran vigiladas por sus padrotes. Aunque las autoridades sabían de sobra lo que ahí ocurría, tardaron mucho tiempo en arreglarlo.
Esta capilla es una de las más pequeñas (si no es la que más) de la ciudad. En su interior tan sólo cabe el altar y cuatro o cinco bancas. Hay espacio para veinte personas apretadas. A pesar de ello, su estructura asemeja la de una iglesia de dimensiones normales, con sus dos torres, su cúpula, su fachada labrada de estilo churrigueresco, su coro y hasta una diminuta casa cural. Eso es lo que le da un encanto muy particular. Su construcción se remonta a los últimos años del siglo XVIII y se erigió como capilla para la población indígena de ese barrio.





3) El Museo Franz Mayer. Ubicado en la avenida Hidalgo, frente a la Alameda, dentro de la plaza hundida de la Santa Veracruz, este museo ocupa el antiguo edificio del Hospital de San Juan de Dios, construido a finales del siglo XVI, aunque reformado en el XVIII. Además de poder apreciar la fabulosa colección del museo creado por el alemán Franz Mayer, vale la pena sentarse en el enorme patio principal para admirar la arquitectura mientras se toma el café. Es un sitio ideal para leer tranquilamente, para reunirse con los amigos o simplemente para perder el tiempo.

Entrada al museo.

¿A poco no se antoja perder el tiempo sentados ahí?

4) Iglesia de la Santísima Trinidad. Está situada en la calle de Santísima, en la esquina con Emiliano Zapata, en la parte oriental del Centro Histórico. Originalmente fue la iglesia del gremio de los sastres durante el virreinato, y su fachada barroca es, para mí, la más hermosa de la ciudad. Por desgracia, se encuentra en muy mal estado. Con el tiempo se ha hundido de forma considerable (más de tres metros bajo el nivel de la calle) y su fachada presenta muchas grietas, algunas de tamaño considerable. A pesar de todo, sigue conservando una belleza difícil de describir.




5) Palacio de los Condes de Heras y Soto. Situado en la esquina de Donceles y República de Chile (continuación de Chavela la Mocha mejor conocida como Isabel la Católica), actualmente resguarda el Archivo Histórico del Distrito Federal. Su construcción se remonta a la segunda mitad del siglo XVIII. Para mí es la construcción civil más hermosa del Centro. Su estilo es churrigueresco y tiene una esquina labrada que para muchos, incluyéndome, es la esquina más hermosa de la ciudad. Ingresar a su archivo y pasar la mañana ahí, sumergido en las Libros de Actas del Cabildo, es una experiencia inolvidable para cualquier amante de la historia. Además, ahí pueden ver la cabeza original del Ángel de la Independencia, ese que se cayó en el temblor de 1957. Se encuentra totalmente rota y aplastada.




La famosa esquina.

¿Lo reconocen?

Obviamente el Centro Histórico guarda más secretos, de los que hablaré en otras entradas, así como un gran número de edificios hermosos. Aquí puse los que para mí son los mejores, aunque otros de ustedes tengan también sus preferidos. Así que ya lo saben. Si visitan la ciudad de México, vayan a ver estos cinco edificios y ya veremos si comparten mi opinión.




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