domingo, 5 de abril de 2015

CINCO DE LOS SECRETOS MEJOR GUARDADOS DE NUEVA YORK

La ciudad de Nueva York es sin duda una de las más visitadas por el turismo internacional en el mundo entero. Y sin embargo, a la vez es una de las ciudades más desconocidas para la mayor parte de ellos.

El turista común se contenta con conocer el centro y el sur de Manhattan. Y normalmente no van más allá. Todos tienen su fotografía en el Central Park, en la Estatua de la Libertad, en Times Square, en el Empire State o en las elegantes boutiques de la Quinta Avenida. Y luego presumen con sus amigos de que conocen Nueva York. Y la verdad, no conocieron nada.

Vista del Central Park desde el sur

La ciudad guarda un sinnúmero de tesoros que no están hechos para los turistas comunes sino para los exploradores que gustan de conocer una ciudad a fondo. Y hay que reconocerlo, también de muchos neoyorkinos que jamás salen de su barrio más que para pasear por el barrio de al lado. Por ello, me gustaría recomendarte cinco sitios espectaculares que, en tu próximo viaje a Nueva York, no puedes dejar de visitar.

The Cloisters con el rio Hudson a sus espaldas

Iniciemos el recorrido. Para llegar a nuestro primer destino, tomamos la línea A del metro en dirección Uptown (como dicen los neoyorkinos) hacia el barrio de Washington Heights. Nos bajamos en la estación “190 st.”, en la zona más al norte de Manhattan, y si somos deportistas caminamos unos cinco minutos hasta llegar al Fort Tyron Park. Para los que no gustan de caminar mucho, se puede tomar el autobús M4 hasta nuestro destino. Pero mejor caminemos, no hay que ser flojos. Y así llegamos a The Cloisters (Los Claustros), una serie de patios y capillas procedentes de conventos medievales españoles y franceses que fueron comprados por el Met (el Museo Metropolitano de Nueva York) en los primeros años del siglo XX. En ellos, uno se siente transportado a la Europa rural medieval, además de poder disfrutar de una de las mejores vistas sobre el río Hudson. Y como pertenece al Met, usted puede acceder con el mismo boleto a ambos recintos (siempre y cuando lo haga el mismo día) o presentarse en taquilla y generosamente desprenderse de un dólar para que entre toda su familia y amigos que le acompañen, pues el museo es de tarifa sugerida. Además de admirar la arquitectura, podemos disfrutar de una maravillosa colección de tesoros religiosos medievales como libros de oraciones, relicarios, cálices y un sinfín de objetos más.

Morris-Jumel Mansion

Regresamos por la misma línea A para transbordar a la línea C del metro tres estaciones más adelante y bajarnos en la estación “163 st. Amsterdam av.”. Caminamos dos cuadras, pasando por la hermosísima calle Sylvan Terrace y llegamos a la Morris-Jumel Mansion, una hermosa casa del siglo XVIII que sirvió como cuartel general de George Washington durante la guerra de Independencia de los Estados Unidos. Además, se trata de la casa en pie más antigua de todo Manhattan. La fachada es muy hermosa y el interior nos muestra cómo era la vida en aquellos años. ¡Y tan sólo cuesta 5 dólares! (Como recomendación, no hagan el cambio mental a pesos porque van a sufrir mucho, y aquí se trata de disfrutar).

Mausoleo de Grant

Si continuamos hacia el sur, pero ahora por la línea 1 del metro (está a dos cuadras de la línea C), nos bajamos en la estación “125 st.”, en el barrio de Morningside Heights (muy cerca de la Universidad de Columbia), y caminamos unas cuadras para llegar a la Tumba de Grant. El general Ulises S. Grant, además de héroe de la Guerra Civil, fue presidente de los Estados Unidos de 1869 a 1877. Inaugurado en 1897, fue construido para acoger los restos del popular expresidente, fallecido 12 años antes. Se trata de un mausoleo de estilo neoclásico y proporciones grandiosas, inspirado en parte en una de las Siete Maravillas del mundo antiguo: el Mausoleo de Halicarnaso. ¿Y sabe qué es lo mejor? ¡Adivinó! Es completamente gratis. Además, en frente de él se encuentra la iglesia bautista de Riverside, de estilo neogótico y cuyo modelo fue la catedral de Chartres, en Francia. Su interior es simplemente espectacular, y desde lo alto de su torre (aunque está prohibido subir no es difícil colarse) se puede gozar de una excelente vista de Nueva York.

Interior de la Iglesia de Riverside

Pero salgamos de Manhattan y dirijámonos a Queens, el más grande de los boroughs de la ciudad de Nueva York y el que presenta la mayor diversidad étnica de todos los Estados Unidos, pues en él viven personas provenientes de más de cien países de los cinco continentes y se hablan más de 130 idiomas.

Parque Corona

Si tomamos la línea 7 de metro desde Times Square o la Grand Central Station, nos bajamos en la estación “Mets-Willets Point”, caminamos un poco por el hermoso parque Corona (también llamado Flushing-Meadows), que fue sede de dos exposiciones internacionales en 1939 y 1964 y donde se encuentran los estadios donde se juega el Abierto de Tenis de los Estados Unidos, hasta llegar al pequeño Museo de Arte de Queens, recientemente renovado, y cuya joya es sin duda la impresionante maqueta de 867 metros cuadrados (para muchos la más grande del mundo), diseñada por Robert Moses y en la que se puede admirar al completo la ciudad de Nueva York con sus cinco distritos (boroughs). Además, dicha maqueta es puesta al día constantemente, lo que la convierte en una réplica fiel de la urbe. ¡Y el museo tan sólo cuesta 8 dólares!

Museo de Arte de Queens

Terminemos nuestro recorrido en Staten Island, el distrito menos cosmopolita de Nueva York, pero no por ello el menos interesante. Para llegar podemos tomar el ferry ¡gratuito! que conecta el sur de Manhattan con esta otra isla. En el camino podremos observar la mejor vista que existe de la Estatua de la Libertad. Una vez que desembarquemos, debemos tomar el autobús S74 hasta la Lighthouse avenue para dirigirnos al Jacques Marchais Museum of Tibetan Art, sin duda alguna uno de los museos más hermosos y desconocidos de la ciudad. El recinto fue diseñado en 1945 para parecerse a un monasterio budista y el maravilloso parque que lo rodea contribuye a crear un ambiente de paz y tranquilidad único en la urbe neoyorkina. Y el precio: ¡6 dólares!

Jacques Marchais Museum of Tibetan Art

Ahí tienen ustedes cinco increíbles lugares alejados del turismo de masas que distingue a Nueva York y que sin duda alguna contribuirán a hacer de tu viaje a esta ciudad algo más placentero, interesante y también, por qué no, económico. Así que sólo me resta decirte ¡buen viaje!.


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